Formas de mejorar la privacidad en tu Terraza, Porche o Balcón acristalado
Si hay algo que todos apreciamos en nuestra vida es la privacidad. Por ese motivo, cuando se trata de espacios acristalados como una terraza, un porche o un balcón, la intimidad se convierte en un extra de confort y tranquilidad. Al fin y al cabo, cuando se coloca un acristalamiento en lugares así de expuestos, se hace para disfrutar de las vistas, ganar amplitud y mejorar la iluminación interior, entre otros motivos, pero nunca para ser vistos desde el exterior. Por esa razón, a lo largo de este artículo ahondaremos en las formas más adecuadas de mejorar la privacidad en estos espacios acristalados. Así podrás disfrutarlos al máximo sin preocuparte de que te vean.
¿Cómo tener intimidad en una terraza acristalada?
A la hora de acristalar un espacio exterior lo primero que hay que tener en cuenta es dónde se ubica dicho espacio en la construcción. Por ejemplo, no es lo mismo acristalar una terraza en una primera planta que da al jardín de los vecinos que un ático que se encuentra por encima del resto de viviendas.
Por eso, si puedes elegir entre varios espacios para acristalar en tu hogar, valora estos factores para sacarle el mayor partido a tu acristalamiento:
- Altura: a mayor altura, mayor nivel de intimidad.
- Orientación: procura que el espacio que quieras acristalar esté lo menos orientado hacia tus vecinos o a espacios con fácil visibilidad de tu acristalamiento.
Lógicamente, no siempre es posible elegir y nos vemos obligados a conformarnos con un espacio que puede estar expuesto. Sin embargo, este no debería suponer mucho problema ya que existen otros métodos para ganar en privacidad:
- Utiliza cortinas y persianas.
- Integra elementos naturales.
- Aplica soluciones creativas y decorativas.
Uso de cortinas y persianas
Una de las formas más tradicionales y comunes es utilizar cortinas para reducir la visibilidad desde el exterior. Es un modo sencillo y económico de ganar intimidad, además te permite todas las opciones que puedas imaginar para sumar un extra de estilo al espacio acristalado.
Dependiendo del nivel de privacidad que desees puedes elegir entre opciones que van desde las cortinas muy traslúcidas hasta las variedades más tupidas y opacas. También puedes hacer una combinación de ambas para variar según el momento. Sea como fuere, las cortinas son muy versátiles en cuanto a estilos, cómodas de manejar y muy flexibles en cuanto al grado de intimidad que quieres conseguir. Lo mejor de todo es que si te cansas de ellas siempre puedes cambiarlas por otras más acordes a la estética que quieras lograr en tu espacio acristalado.
Como es lógico, no todo se queda en las típicas cortinas, pues existen muchas más variedades dentro de esta categoría como los estores, las persianas plisadas, los visillos o los paneles japoneses, entre otros.
En el otro lado de la balanza se encuentran las persianas. Son una solución más permanente y estática, aunque también muy efectiva y con mayor durabilidad. En este sentido es importante tener en cuenta el material que quieres utilizar y el estilo. Analiza bien tu espacio y la estética de toda tu propiedad, así como la percepción desde el exterior para escoger el tipo de persiana más apto.
Elijas la opción que elijas, la mayor ventaja de las cortinas y las persianas es que también supondrán una buena protección frente al sol que protegerá tus muebles, plantas y demás elementos.



Integración de elementos naturales
Una alternativa fantástica y mucho más orgánica es el uso de plantas de todo tipo para generar privacidad. En este sentido, hay opciones muy creativas. Por ejemplo, puedes apostar por un biombo con enredaderas, por plantas colgantes distribuidas estratégicamente, por palmitos de hoja larga y amplia, etc.
Utilizar vegetación también te aportará frescura y le dará mucho equilibrio a tu espacio acristalado. De hecho, si eres de esas personas que quieren ir un paso más allá, puedes incluso crear un jardín botánico en tu terraza, balcón o porche y situar las plantas cerca de los vidrios. Esto mantendrá la entrada de luz a la par que garantiza un gran nivel de privacidad gracias a la barrera visual que supone el jardín.
Soluciones creativas y decorativas
Existen otros modos de mejorar la privacidad en un espacio acristalado, siendo una de las más creativas la de colocar vinilos espejo en los cristales. De este modo desde el exterior se reflejará todo mientras que desde el interior mantendrás las vistas al 100%. Eso sí, ten en cuenta que estos vinilos funcionan cuando se les aplica luz desde exterior. Si la luz proviene del interior, permiten ver lo que sucede dentro. Por ese motivo, son muchos los que instalan focos que apuntan directamente a las ventanas para mantener la privacidad durante la noche.
Otros elementos decorativos que funcionan muy bien son los biombos, las estanterías o una de las soluciones más sencillas de todas: la distribución.
Si dispones de suficiente espacio, puedes distribuirlo adecuadamente de tal modo que el centro de tu actividad en tu sala acristalada sea lo menos visible posible o que de la espalda al exterior.
En cualquier caso, lo importante es mantener un buen equilibrio entre la belleza inherente a un espacio acristalado y los elementos que quieras utilizar para ganar en intimidad. Para ello, procura no tapar los vidrios en exceso o, si lo haces, que sea de forma temporal para que siempre puedas disfrutar de las vistas y la luz natural. Si le dedicas mimo y algo de tiempo seguro que lograrás un espacio estéticamente espectacular y lo suficientemente privado como para que no te preocupe nunca que alguien te pueda ver desde fuera.