que son las pérgolas bioclimáticas

Qué son las pérgolas bioclimáticas

Las pérgolas bioclimáticas son estructuras formadas por cuatro o más columnas que dan soporte a una cubierta formada por lamas giratorias. Estas lamas giran sobre sí mismas, de modo que si están en posición vertical permiten el paso de la luz, mientras que si su posición es horizontal, forman una cubierta que protege del sol, la lluvia y otros factores.

Se trata de un cerramiento pensado exclusivamente para exteriores que se utiliza habitualmente para crear ambiente en un espacio cómodo y práctico. Por ejemplo, son muchos los que los usan a modo de cenadores, zonas donde relajarse o para crear un gimnasio si se combinan con cortinas de cristal.

Su acabado moderno y elegante las ha posicionado como uno de los cerramientos más demandados. Además, pueden contar con interesantes extras como luz integrada o sensores de lluvia, viento o temperatura entre otros.

Cómo funcionan las pérgolas bioclimáticas

Las pérgolas bioclimáticas funcionan mediante control remoto o por activación automática a través de los sensores que pueden llevar integradas.

Su funcionamiento básico consiste en hacer girar las lamas que forman la cubierta. Así, según su grado de inclinación puede proteger del sol, permitir que entre o favorecer la ventilación.

Además, existen pérgolas bioclimáticas retráctiles. Es decir, se trata de pérgolas cuyas lamas, además de girar sobre sí mismas, también se retraen hasta uno de los extremos de la pérgola para liberar por completo la cubierta y dejar el espacio al aire libre, convirtiéndose en un cerramiento móvil.

Si la pérgola tiene sensores, estos se pueden configurar para que las lamas se cierren si hace mucho sol, calor o lluvia, o para que se abran en caso de que la temperatura sea muy baja o haga mucho viento para evitar la resistencia.

Tipos de pérgolas bioclimáticas

Según la forma de manipular la pérgola bioclimática, esta puede ser:

  • Manual: se hace girar las lamas girando un rotor mediante una pértiga o mediante una palanca.
  • Automática: la apertura se realiza mediante un control remoto, mediante una App o activada a través de los sensores.

Según el tipo de apertura que tiene la pérgola, puede ser:

  • Con lamas giratorias: son la versión más habitual y que da lugar a una pérgola bioclimática básica.
  • Con lamas giratorias y retráctiles: son las que dan mayor versatilidad pues permiten retirar la cubierta por completo.

Además, la pérgola puede ser con o sin sensores de diferentes tipos:

  • Temperatura: Detectan las temperaturas muy altas y cierran las lamas para proteger el espacio inferior.
  • Humedad: Detectan la lluvia y otros eventos atmosféricos como la nieve o el granizo y cierran las lamas para evitar que el espacio se moje.
  • Viento: Detectan rachas de viento excesivas y constantes que pueden poner en riesgo la estructura y abren las lamas para que la pérgola ofrezca la mínima resistencia posible. Así, el aire pasa a través de las lamas garantizando la integridad de la estructura.

Cabe añadir que la mayoría de pérgolas bioclimáticas incluyen un sistema de evacuación de aguas para evitar que se formen charcos en su superficie en caso de estar cerradas.

Acabados de las pérgolas bioclimáticas

Las pérgolas bioclimáticas se fabrican en aluminio, lo que permite que tengan multitud de acabados. En este sentido, el aluminio puede ser lacado, satinado, mate, anodizado, mate o texturizado con imitación madera o piedra. Además, están disponibles en todos los colores de la carta RAL, que incluye más de 250 opciones entre las que elegir.

Combinar pérgolas bioclimáticas con cortinas de cristal

Lo mejor de las pérgolas bioclimáticas es que se pueden combinar con cortinas de cristal para crear un espacio único, moderno y muy útil. Siempre que quieras disfrutar de la pérgola bioclimática como tal, bastará con abrir las cortinas. Por el contrario, si prefieres disfrutar de un espacio cerrado, puedes cerrarla para aprovechar ese espacio cualquier día del año.