¿Qué tipos o modelos de cortinas de cristal existen?
Cuando se trata de instalar cortinas de cristal, la mayoría de la gente piensa en las estándar y más extendidas, las que son plegables y no tienen perfiles entre sí. Sin embargo, en el mercado existen muchas otras alternativas muy útiles según la función que le quieras dar al espacio, el cierre que tengan o el grado de aislamiento del que disponen. En este sentido, los tipos de cortinas de cristal que existen son:
- Plegables y sin perfiles.
- Plegables y con cámara de aire.
- Corredera sin perfiles.
- Con juntas de imán o de PVC.
- Con control solar.
Además, se pueden diferenciar otros tipos de cortinas de cristal en base a su altura, grosor y anchura, aunque estas no reciben nomenclaturas específicas.
Cortinas de cristal plegables y sin perfiles
Se trata del tipo más extendido e instalado de las cortinas de vidrio. Las cortinas de cristal plegables y sin perfiles son láminas de vidrio templado que no poseen marcos. Esto lo convierte en el tipo de cortinas de cristal más elegante, pues no obstaculiza las vistas en absoluto. Dichas láminas van instaladas en unos carriles sobre los que se deslizan formando el cerramiento sin perfiles verticales.
Este tipo de cortina de cristal deslizante plegable incorpora sofisticados mecanismos para cortinas de cristal que permiten que cada hoja gire sobre su propio eje, facilitando una apertura total sin ocupar espacio adicional. Gracias a esta funcionalidad, se convierte en una solución altamente versátil y funcional, ideal para el cerramiento de balcones con cortinas de cristal, así como para su uso en porches, terrazas o áticos.
Cortinas de cristal plegables y con cámara de aire
Las cortinas de cristal plegables con cámara de aire destacan por ser las que ofrecen mayor capacidad de aislamiento térmico y acústico. Aunque incorporan marcos entre los paneles, estos son de grosor reducido, por lo que el impacto visual es mínimo. A cambio de una ligera pérdida de visibilidad, se obtiene una notable mejora en el confort del espacio. Por ello, son una opción especialmente recomendable en climas fríos o lluviosos, y resultan ideales como cortinas de cristal para terrazas que se utilizan durante todo el año.
Cortinas de cristal corredera sin perfiles
Las cortinas de cristal correderas son muy similares estéticamente a las cortinas de cristal plegables. Lo que cambia es el mecanismo de apertura. En este caso, cada lámina se desliza sobre su propio carril. Al deslizar una de las láminas, esta hace de tope con la siguiente, obligando a que se deslice también. En este sentido, no es posible abrir cualquier parte del cerramiento libremente. Si se quiere abrir el cerramiento deslizante, se deberá hacer siempre desde uno de los extremos. Al hacerlo, se podrá abrir hasta el 90% de su extensión, dejando cada vidrio en el extremo de su propio carril.
Aunque su versatilidad es menor, ganan en robustez estructural. Son especialmente recomendables como alternativa a las cortinas de cristal abatibles en zonas con fuerte viento o estructuras más antiguas. Sin embargo, este modelo no está disponible con cristal de doble cámara, ya que entonces hablaríamos más bien de ventanas o puertas.
En cualquier caso, al momento de elegir entre una cortina de cristal abatible o corredera, es fundamental considerar factores como el uso previsto del espacio, el nivel de exposición al viento y la practicidad en el sistema de apertura.
Cortinas de cristal con juntas de imán
Este sistema se utiliza principalmente en cortinas de vidrio plegables y se caracteriza por incorporar juntas de imán que garantizan un cierre automático, preciso y duradero, lo que facilita enormemente su uso diario. Estas juntas están diseñadas para encajar con total precisión, siendo habitual el uso de la junta para cortina de cristal de 10 mm en instalaciones de alta calidad.
Sin embargo, con el paso del tiempo, es recomendable realizar revisiones periódicas para asegurarse de que mantienen su capacidad de estanqueidad y continúan ofreciendo un buen nivel de aislamiento.
Cortinas de cristal con juntas de PVC
La alternativa a las juntas de imán son las juntas de PVC. Estas tienen mayor durabilidad como aislante, sin embargo, obligan a que se deba tener más cuidado al plegar o deslizar las cortinas. Si no se hace adecuadamente, podrían obstruir la apertura o cierre de las cortinas de cristal, lo que puede comprometer la estructura. Además, aunque el PVC es un material altamente resistente, la exposición continua al sol y el roce con las cortinas terminan deteriorándolo antes que las juntas de imán.
Cortinas de cristal con control solar
Por último, se encuentran las cortinas de cristal con control solar. Se trata de vidrios tratados superficialmente de modo que reduzcan drásticamente la entrada de rayos UVA a la estancia. Lo mejor es que se pueden combinar con cualquier otro tipo de cortinas de cristal, independientemente del mecanismo de apertura o de si tienen cámara de aire o no. Aunque se trata de un extra que encarece un poco la instalación, siempre es la opción más recomendable ya que ayuda a proteger todo lo que se encuentra en el interior del cerramiento, pues este está muy expuesto a la luz exterior.
Diferentes grosores, anchuras y alturas
Además de los tipos ya mencionados, las cortinas de cristal se pueden catalogar el base a su grosor, anchura y altura:
- Grosor: el estándar el 10 mm, aunque también están disponibles en 6 mm, 8 mm y 12 mm.
- Anchura: desde 50 cm (mínimo) hasta 80 cm (máximo) por panel.
- Altura: Hasta 350 cm como máximo.


