Cómo protegerse del calor con las cortinas de cristal
Las cortinas de cristal son cerramientos sin perfiles con un acabado elegante que elevan la categoría de cualquier espacio. Sin embargo, una preocupación habitual es que estas hagan efecto lupa y aumenten el calor del espacio acristalado. Nada más lejos de la realidad. Hoy en día las cortinas de vidrio están fabricadas pensando, precisamente, en evitar el calor y proteger la estancia. Así pues, hoy te contamos cómo protegerte del calor con las cortinas de cristal.
¿Las cortinas de cristal generan efecto invernadero?
Las cortinas de cristal no generan efecto invernadero. Actualmente, las láminas de vidrio se fabrican con materiales que están recubiertos con una película de óxidos metálicos. Estas capas se encargan de reducir la cantidad de energía que sale de la estancia y la que entra. Es lo que se conoce como cristales de baja emisividad.
Aclimatación eficientemente energética
Al ser de baja emisividad, los vidrios permiten que la estancia se aclimate adecuadamente. Por lo tanto, si hace mucho calor, bastará con poner el aire acondicionado a una temperatura razonable y listo. No será necesario poner el aire a tope ni a la temperatura mínima ya que el vidrio evitará que el frío escape, a la par que no introducirá calor del exterior.
Vidrios con control solar
Los cristales de baja emisividad energética se pueden optimizar aún más si se instalan vidrios con control solar. Estos tienen la capacidad de repeler los rayos UVA e infrarrojos hasta en un 99%, a la vez que dejan pasar el espectro de luz normal. De este modo, te proteges tanto del calor como de los efectos nocivos del sol. Eso sí, conforme mayor sea la protección, es posible que el vidrio se perciba un poco más oscuro.
Apertura que permite la ventilación por corriente
Por último, cuando el calor no es exagerado, una buena ventilación puede ser más que suficiente para combatirlo. En este sentido, el sistema de apertura de las cortinas es ideal, pues permite generar corrientes de aire al ser un cerramiento abatible.
Las cortinas de cristal se caracterizan por poder abrir cada panel de forma independiente. Lo único que hay que hacer es abatir el vidrio en 90º en una parte del cerramiento. Acto seguido, deberás abrir otro panel que se encuentre en el extremo opuesto del cerramiento para que el aire pase a través. Así conseguirás un espacio mucho más fresco en cuestión de minutos.