¿Qué es el vidrio laminado?
El vidrio laminado es aquel que está formado por dos o más láminas de vidrio unidas entre sí por diferentes tipos de adhesivo que otorga a la pieza final variadas características. Anteriormente ya hemos hablado sobre el vidrio y sus propiedades. Pues bien, la característica más destacada del vidrio laminado es la resistencia, por ello está considerado como uno de los vidrios de seguridad más eficaces. No obstante, también se le pueden aplicar otras características como tintes, protectores de rayos UVA o aislantes.
Características del vidrio laminado
La característica más notable del vidrio laminado es lo seguro y resistente que es frente a impactos. Esto se debe a que la capa plástica que une las diferentes láminas de vidrio hace que al romperse, incluso frente a un potente impacto, el cristal se mantenga unido.
A diferencia de otros cristales, el vidrio laminado es indivisible, por lo que no se dispersa. Es, por ejemplo, el tipo de cristal que se utiliza en las lunas de los coches para que estos sean mucho más seguros en caso de accidente.
Debido a esta gran característica, este material se utiliza mucho en la cerramientos de cristal como las ventanas, los ventanales, los techos de vidrio, etc.
Otro gran punto a favor es que, habitualmente, la capa plástica se diseña para que absorba hasta el 95% de los rayos UVA, por lo que protege eficientemente del sol a pesar de dejar pasar toda la luz.
Otras características que se le pueden aplicar son el aislamiento acústico y el aislamiento térmico. Estas cualidades variarán en función del número de láminas de vidrio y del adhesivo que se utilice, así como del grosor de ambos tipos de capa.
Tipos de vidrio laminado
Los vidrios laminados se catalogan, generalmente, en base al espesor y el número de las láminas que lo conforman. Por ejemplo, si este material está formado por dos láminas de 3 milímetros se le llama “3+3”. Si tuviese 3 capas de 5 milímetros, sería “5+5+5”.
No obstante, no es lo único que influye, pues se ha de tener en cuenta cómo está fabricado en todas sus partes. En este sentido hay que considerar:
- El número de capas de vidrio que tiene: lo más común es que sean 2 láminas, aunque los hay de 3 e incluso más capas. De todos modos, es inusual
- El grosor en milímetros de dichas capas: El mínimo son 3 milímetros y el máximo 10 mm.
- La clase de adhesivo que une las capas: El adhesivo plástico, o film, más utilizado es el PVB con un grosor de 0,38 mm. Si se desea mayor seguridad y aislamiento acústico, se puede incrementar a 0,76 mm, 1,14 mm o 1,52 mm.
- El tipo de vidrio de las láminas: Lo normal es utilizar vidrio común para las láminas ya que el film plástico ya hace las funciones de seguridad. Sin embargo, también se puede utilizar vidrio templado para obtener uno de los cristales de seguridad más resistentes que existen.
Así pues, existen tantos tipos de vidrios laminados como combinaciones entre los elementos que los conforman.
¿Para qué se utiliza el vidrio laminado?
El vidrio laminado se usa principalmente para aportar resistencia, robustez y seguridad a estructuras de vidrio que, de otro modo, podrían resultar peligrosas. Un ejemplo es el que ya hemos mencionado, las lunas de los vehículos. Aunque también se utiliza en arquitectura, mobiliario, ornamentalmente y en cerramientos como:
- Mamparas y separadores de ambientes.
- Ventanas y ventanales.
- Puertas de seguridad.
- Vallas y barandillas de vidrio.
- Cubiertas transparentes.