Ventajas y desventajas del policarbonato: ¿es la mejor opción para ti?
Dada su gran versatilidad, resistencia y variedad estética, el policarbonato es uno de los materiales más utilizados en el mundo de los cerramientos. Si a ello le añadimos un coste más que razonable y más de una gran cualidad técnica, es lógico que este termoplástico esté presente en la mayoría de construcciones. Como es lógico, no es producto perfecto, de modo que también tiene sus inconvenientes si lo comparamos con otros materiales. Así pues, a lo largo de este artículo ahondaremos en cuáles son todas esas ventajas y desventajas para que te resulte más fácil elegir con qué material hacer tu cerramiento.
¿Por qué elegir el policarbonato? Ventajas
No importa el uso que le vayas a dar al policarbonato, pues es un material óptimo para cerramientos tanto residenciales como comerciales e, incluso, industriales. Esto se debe a las muchas ventajas que ofrece:
- Durabilidad y resistencia: la vida útil del policarbonato puede extenderse durante más de 20 años sin perturbaciones. Todo ello se debe a sus propiedades elásticas y flexibles, pero robustas, que lo hacen muy resistente frente a impactos, a los cambios estacionales de temperatura, a la presión estructural allá donde se instale y a las inclemencias de estar expuesto a la intemperie.
- Ligereza: además de resistente, es un material muy ligero, lo que hace que sea ideal para su uso en altura o en estructuras que no pueden soportar mucho peso.
- Grados de transparencia: el policarbonato puede ser completamente opaco, traslúcido o prácticamente transparente. De este modo, ofrece gran versatilidad a la hora de controlar el nivel de luz que queremos que deje pasar.
- Variedad estética: este material también se puede modificar para que tenga diferentes texturas, formas y colores. Por ejemplo, la superficie puede ser lisa o rugosa, plana u ondulada y en prácticamente cualquier color que ofrezca la carta RAL. En consecuencia, permite una gran variedad de opciones estéticas con las que trabajar a la hora de diseñar un hogar o un negocio.
- Aislamiento térmico: si bien el policarbonato por si solo no es un gran aislante térmico, al modificar su estructura se puede conseguir un buen control de la temperatura. Es el caso del policarbonato alveolar, diseñado con celdas internas que actúan como cámaras que evitan la transferencia de frío o calor de un modo similar al doble acristalamiento. Eso si, es necesario señalar que existen muchas otras opciones bastante más eficientes.
- Protección UV: si te decides por la modalidad transparente de este material, su superficie se puede tratar para que proteja de los rayos ultravioleta.
- Facilidad de instalación: gracias a su peso ligero, el hecho de que suele instalarse por módulos y que la mayoría de piezas vienen con un diseño predeterminado, su instalación es sencilla y rápida. Además, su flexibilidad permite manejarlo con mucha soltura, lo que hace que sea muy cómodo de manipular.
- Versatilidad de uso: por todas las ventajas mencionadas, puede utilizarse en todo tipo de cerramientos. Por ejemplo, es muy común verlo en techos fijos o cubiertas o como parte de fachadas de edificios o paredes de cerramientos. No obstante, su uso va mucho más allá. Por ejemplo, es el material predilecto para la instalación de invernaderos, cubiertas de piscina o naves industriales.
Inconvenientes del policarbonato
Como ya comentábamos, el policarbonato también tiene sus inconvenientes. Así pues, en el otro lado de la balanza encontramos las siguientes desventajas:
- Sensible al rayado: Por mucha resistencia que tenga el policarbonato, entre los materiales de construcción es considerado como uno de los más blandos. Este atributo, que supone una ventaja por la flexibilidad que le otorga, también hace que sea presa fácil ante objetos punzantes o afilados, que lo marcan o atraviesan con facilidad.
- Degradación y amarilleo con el tiempo: salvo si cuenta con una capa de protección UV, lo cual es muy recomendable, su superficie se va degradando. Con el tiempo, la exposición prolongada al sol intenso hace que la parte expuesta vaya perdiendo color si es opaco. En caso de ser transparente o traslúcido, el material va tomando un tono amarillo muy característico.
- Menor resistencia al fuego: en comparación con otros materiales típicos en cerramientos, como el vidrio o el aluminio, el policarbonato es bastante menos resistente a las llamas. No obstante, se puede aplicar un tratamiento ignífugo para paliar esta desventaja.
- Expansión térmica: Los cambios de temperatura muy rápidos pueden dañar el material, agrietándolo. También hay que prestar atención a los cambios lentos, propios del paso de una estación a otra. En verano este termoplástico se expande y en invierno se contrae. En este sentido, la mayoría de estructuras en las que se instalan están preparadas para aguantar la presión extra que supone la dilatación. Además, su flexibilidad hace que sea el propio policarbonato el que absorba la mayoría del esfuerzo que ejerce sobre la estructura.
- Precio: la versión estándar tiene un precio muy asequible. No obstante, si añadimos extras como el tratamiento UV, una capa ignífuga y colores , texturas, formas o dimensiones que no se fabriquen en cadena, se encarecerá.
Comparativa del policarbonato con otros materiales
Una buena comparación del policarbonato con otros materiales te permitirá valorar adecuadamente si es el material que necesitas para tu cerramiento. Si bien existen muchas materias para los cerramientos, como la madera o el acero, sus características concretas son tan diferentes que no tiene mucho sentido compararlos. Por ese motivo, nos vamos a centrar en materiales más similares como son el vidrio, el acrílico y el panel sándwich (aluminio), ya que entre ellos comparten características y, además, suelen utilizarse muy a menudo para los mismos fines.
Policarbonato vs. Vidrio
Tanto el vidrio como el policarbonato comparten el atributo de poder ser transparentes o traslúcidos. No obstante, el termoplástico es mucho más ligero y resistente frente a impactos que el vidrio. Esto se debe a la rigidez propia del cristal, que no soporta bien la presión, la tensión ni los golpes. Cabe añadir, que, ante diseños curvados, el policarbonato es mucho más fácil de trabajar.
Por el contrario, el vidrio es muy resistente al rayado gracias a su dureza. Además, no se amarillea con el paso del tiempo. De hecho, el vidrio suele tener una vida útil mucho más larga si nada lo altera. Lo que si suele requerir mantenimiento y sustitución a largo plazo es el marco que lo sostiene. En cuanto a aislamiento térmico, el vidrio con doble o triple cámara gana en rendimiento al policarbonato alveolar.
En cuanto al precio, ambos materiales son muy asequibles si no están tratados. Ahora bien, si la pieza se personaliza o se añaden propiedades extra, el vidrio siempre resultará algo más costoso.
Policarbonato vs. Acrílico
El acrílico es otro termoplástico, de modo que ambos materiales comparten casi las mismas características pero en diferente grado. Para hacernos una idea más visual, el acrílico se caracteriza por intentar parecerse un poco más al vidrio. En la siguiente tabla puedes ver con más detalle una comparación frente a frente de sus características:
| Policarbonato | Acrílico | |
| Durabilidad | Mucho mayor | Mucho menor |
| Resistencia frente a impactos | Mucho mayor | Mucho menor |
| Flexibilidad | Mayor | Menor |
| Integridad estructural | Mayor | Menor |
| Dureza | Mucho menor | Mucho mayor |
| Resistencia al rayado | Mucho menor | Mucho mayor |
| Peso | Menor | Mayor |
| Variedad estética | Empate | Empate |
| Opacidad y transparencia | Empate | Empate |
| Degradación ante el sol | Mayor | Menor |
| Aislamiento térmico | Mayor | Menor |
| Protección UV | Empate | Empate |
| Facilidad de instalación | Empate | Empate |
| Precio | Menor | Mayor |
En este sentido, el policarbonato gana en 7 de 14 categorías, empata en 4 y pierde en 3. Por lo tanto y a simple vista, es un material bastante mejor para los cerramientos que el acrílico. Lógicamente, se podrían comparar muchas más cualidades, aunque estas son las más relevantes en cuanto a cerramientos se refiere. En cualquier caso, cabe mencionar que el acrílico es ideal para matizar acabados o cubrir otros materiales en este tipo de instalaciones.
Policarbonato vs. Panel Sándwich
El panel sándwich consta de dos placas de aluminio unidas por una capa aislante en su interior. Esta puede ser térmica, acústica, ignífuga, etc. En este sentido, es un material que gana con creces al policarbonato en todo lo referente a aislamiento y la protección. Además, también es más resistente frente a golpes ya que se trata de un metal. En consecuencia, también tiene mayor integridad estructural.
No obstante, a pesar de su ligereza, el panel sándwich es bastante más pesado que el termoplástico, no ofrece la posibilidad de ser transparente y su instalación es más compleja. A ello cabe añadir que es muy poco flexible en comparación, de modo que aguanta peor los cambios de temperatura.
Respecto a los costes, vuelve a ganar el policarbonato ya que la facilidad de instalación y la sencillez del material lo hacen mucho más asequible si se compara con el panel sándwich.
Cuándo es recomendable el uso de policarbonato
Los cerramientos de policarbonato son ideales para proyectos que requieran:
- Poco peso: para aquellos cerramientos que estén en altura, como balcones o áticos, donde no se puede superar una carga determinada.
- Buena resistencia a la intemperie: como un pequeño cobertizo donde guardar herramientas o una cubierta para un vehículo.
- Entrada de luz natural: como una terraza o patio.
- Bajo coste: para cerramientos que no van a ser vistos, como cubrir una galería, un almacén, etc. o para ahorrar en gastos.
- Instalación rápida: muy útil para cerramientos temporales propios de eventos.
- Versatilidad estética: para cerramientos en locales comerciales con mucha personalidad o un diseño muy cuidado, e incluso en hogares si eres un amante del diseño de interiores y exteriores.
Espacios ideales para su instalación
Aunque el policarbonato se utiliza para todo tipo de cerramientos, es más frecuente encontrarlo en:
- Cubiertas de hogares y comercios: para terrazas, patios, áticos, balcones y porches.
- Cubiertas de piscinas: ya sea plana o con volumen.
- Fachadas de edificios: lo suelen utilizar como elemento decorativo o como aislante extra.
- Grandes cerramientos: como los de los pabellones deportivos, los techados de las naves industriales o las cubiertas de los centro comerciales y las grandes superficies.
- Invernaderos: ya sean de gran tamaño o como tu proyecto personal de jardinería.
- Trasteros y cobertizos: típicos en casas particulares.
Factores a considerar para asegurar su durabilidad y minimizar los inconvenientes
Para garantizar que el policarbonato aprovecha al máximo su vida útil, es recomendable:
- Optar por paneles con protección UV para evitar que se amarillee con el tiempo. Además de proteger el panel, también te protegerás a ti.
- Implementar juntas de dilatación para contrarrestar la expansión térmica y así reducir la tensión estructural. En este sentido, es importante que comentes con el instalador si la estructura ya viene preparada para ello o no.
- Hacer un mantenimiento periódico, limpiando bien la superficie y evitando que acumule mucho peso, pues las estructuras que soportan estos paneles no están preparadas para aguantarlo.
La versatilidad del Policarbonato
El policarbonato es un material que puede adaptarse a todo tipo de necesidades. Su resistencia, facilidad de instalación y tantas otras cualidades, hacen que sea ideal para casi cualquier cerramiento. Al fin y al cabo, todo depende del tipo de instalación que tú quieras realizar. En este sentido, desde PrecioCerramientos siempre recomendamos que, ante la duda, consultes con un fabricante o instalador especializado, ya que nadie te podrá asesorar mejor que ellos.
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